Datos Fascinantes sobre Gatos Atigrados: Más Allá de lo Común

El gato atigrado, con su patrón de rayas y manchas, es una de las opciones más populares entre los amantes de los felinos en Estados Unidos. Aunque a menudo se considera una raza en sí misma, es importante destacar que el atigrado no es realmente una raza de gato, sino más bien un patrón de color de pelaje.

1. No es una Raza, Sino un Patrón

A pesar de la creencia común, los gatos atigrados no constituyen una raza específica. Este término se refiere al patrón de color del pelaje, que puede presentar rayas, espirales o manchas. Cada gato doméstico posee el gen del patrón atigrado, lo que explica su prevalencia.

2. Cuatro Patrones de Atigrado Reconocidos

Existen cuatro patrones de atigrado reconocidos: clásico, caballa, manchado y garrapata.

• Atigrado Clásico: Presenta un patrón giratorio con un centro distintivo en el costado del gato.
• Atigrado Caballa: Caracterizado por rayas verticales que asemejan la apariencia de un tigre.
• Atigrado Manchado: Este tipo de atigrado tiene manchas en todos los lados, con variaciones como rosetas circulares u ovaladas.
• Atigrado Garrapata: Se diferencia por la falta de las rayas o manchas tradicionales. Pueden tener patrones atigrados en la cara y pelo agutí en el cuerpo.

3. La ‘M’ en la Frente y los Mitos Religiosos

Muchos gatos atigrados tienen una marca en la frente que se asemeja a la letra ‘M’. Esta característica ha llevado a mitos religiosos, como en el cristianismo, donde se dice que un gato atigrado calentó al niño Jesús en el pesebre, siendo marcado por María con una ‘M’ como agradecimiento. En el islam, un gato atigrado llamado Muezza es honrado por salvar la vida de Muhammad.

4. Genética de la ‘M’ en la Frente

Aunque los mitos religiosos rodean la ‘M’ en la frente, la explicación científica se encuentra en la genética. Es un componente estándar del patrón atigrado y no una marca con propósito religioso.

Estos datos fascinantes ofrecen una visión más profunda sobre los gatos atigrados, más allá de su aparente commonalidad. La diversidad de patrones y las historias detrás de sus marcas hacen que cada gato atigrado sea único y especial.