El edema no cardiogénico en gatos es una afección médica que implica la fuga de líquido a los pulmones y la inflamación. Los gatos que la padecen pueden experimentar más reacciones inflamatorias y complicaciones.
Esta condición puede ser causada por una serie de problemas, que incluyen morder cables eléctricos, obstrucciones de las vías respiratorias y traumatismo craneoencefálico. Puede volverse fatal si no se trata lo suficientemente rápido.
Si observa signos y síntomas inusuales en su gato, entonces deberías consultar a tu veterinario para un adecuado diagnóstico y tratamiento. Esto es lo que debe saber sobre los síntomas, las causas y los tratamientos del edema no cardiogénico en gatos.
Contenido
Síntomas de edema no cardiogénico en gatos
El edema no cardiogénico en gatos puede producir varios síntomas. Algunos de los síntomas más comunes que aparecen incluyen:
- Encías que se vuelven pálidas o azules
- Escupir saliva rosada y espumosa
- Problemas respiratórios
- Aumento de la frecuencia cardíaca
- Respirar más rápido de lo normal
Causas del edema no cardiogénico en gatos
Hay muchos factores diferentes que pueden causar edema no cardiogénico en los gatos. Algunas de las causas más comunes incluyen:
- Obstrucciones de las vías respiratorias superiores
- reacciones alérgicas
- infecciones bacterianas
- pancreatitis
- inhalar humo
- Trauma de la cabeza
- trastornos cerebrales
- neumonía por aspiración
- Lesión por morder un cable eléctrico
tratamientos veterinarios
Si cree que su gato sufre de edema no cardiogénico, su veterinario querrá preguntarle sobre las actividades y el comportamiento recientes de su gatito y tratar de identificar cualquier incidente o situación que pueda haber causado la afección.
El veterinario también realizará un examen físico completo. Esto incluirá análisis de sangre y pruebas para ver qué tan bien puede coagularse la sangre de su gato. Los veterinarios a menudo también observan las clasificaciones de oximetría de pulso y las técnicas de imagen pueden ayudar a confirmar un diagnóstico.
El curso de tratamiento del veterinario dependerá de la gravedad de la afección. En los casos más extremos en los que un gato tiene problemas para respirar, los veterinarios suelen recomendar un período de hospitalización. En algunos casos, la oxigenoterapia puede ayudar, y un respirador también suele ser una opción.
A medida que su gato se recupere, trate de reducir cualquier factor ambiental que pueda hacer que se sienta ansioso o estresado.
Además, puede ayudar a prevenir esta afección en primer lugar asegurándose de que su gato no pueda morder los cables y cables eléctricos en la casa.
¿Tu gato ha sufrido alguna vez de edema no cardiogénico? ¿Su veterinario descubrió qué causó esto? Cuéntanos todo en los comentarios a continuación.