El perro obstinado

El Estigma Injusto de Etiquetar a los Perros como «Terco»

Cada vez que escuchamos a alguien referirse a un perro como «terco», deberíamos estremecernos. Esta etiqueta es injusta y no refleja la realidad del comportamiento canino. Los perros no son inherentemente tercos; más bien, hacen lo que les funciona. Así como nosotros, los humanos, actúan según lo que encuentran beneficioso, los perros responden a estímulos y motivaciones. Cuando un perro no sigue nuestras indicaciones, hay razones detrás de su comportamiento, y es nuestro deber descubrir y abordar esas razones.

Entrenamiento Competente

Si tu perro no responde a tus señales, es crucial evaluar tu enfoque de entrenamiento. Los perros no deben obedecer simplemente porque se les ordena; queremos que ellos deseen cumplir nuestras solicitudes. Asegúrate de que tus métodos de entrenamiento sean competentes y que los refuerzos que ofreces sean lo suficientemente valiosos para motivar a tu perro. Marcar y entregar el refuerzo en el momento adecuado fortalecerá la asociación entre el comportamiento deseado y la recompensa.

¿Aversión en el Comportamiento?

El rechazo de ciertos comportamientos podría ser una señal de aversión. Si un perro se niega a saltar, por ejemplo, podría deberse al dolor físico. Un chequeo veterinario reveló que mi Pomerania, Dusty, rechazaba saltar debido a problemas en las caderas. También es importante considerar la aversión emocional, como asociaciones negativas con actividades específicas. Si un viaje en automóvil siempre conduce al veterinario, el perro puede volverse reticente a subirse al automóvil.

¿Entendimiento del Comando?

La falta de comprensión puede ser otra razón. Tu perro puede haber aprendido a responder a señales verbales y no verbales sin darte cuenta. Si eliminaste las indicaciones no verbales y tu perro ya no responde, podría estar confundido. Desvanecer todas las indicaciones y entrenar en diferentes entornos ayudará a que tu perro generalice mejor las señales verbales.

Distraído y Estresado

La distracción es común en entornos novedosos. Si no has generalizado el comportamiento en diferentes lugares con diversas distracciones, tu perro podría parecer ignorarte. No está siendo terco; simplemente está concentrado en el fascinante entorno. Gradualmente aumenta la dificultad del entrenamiento para que tu perro pueda aprender a mantener la atención en cualquier situación.

El estrés es otro factor a considerar. Cuando un perro está estresado, la parte emocional del cerebro toma el control. Es injusto culparlo por no obedecer en esos momentos. Aliviar el estrés y modificar el comportamiento asociado al factor estresante es fundamental.

Conclusión

Deja de etiquetar injustamente a tu perro como «terco» y comprende sus necesidades y motivaciones. Una relación feliz con tu perro se construye cuando reconoces que, como dueño, tienes la responsabilidad de comprender y abordar las razones detrás del comportamiento de tu mascota. En lugar de exigir obediencia, trabaja para que tu perro quiera realizar las acciones que le solicitas. Este enfoque cooperativo mejora la relación y la comunicación entre tú y tu fiel compañero canino.

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