La mayoría de los humanos confían principalmente en la visión para navegar e interpretar el mundo que los rodea. Pero según una nueva investigación de la Universidad de Cornell, los perros usan la vista y el olfato juntos.

La conexión entre el olfato y la vista de los perros es la primera que se encuentra en cualquier especie

En un estudio publicado en Revista de neurociencia, los investigadores ilustraron una conexión directa entre el olfato, la visión y regiones específicas del cerebro en los perros. Es el primer registro de tal vínculo en cualquier especie.

«Nunca habíamos visto esta conexión entre la nariz y el lóbulo occipital, funcionalmente la corteza visual en perros, en ninguna especie», dijo Pip Johnson, profesora asistente de ciencias clínicas y autora principal del estudio, a The New York Times. Crónica de Cornell.

“Tiene mucho sentido en los perros. Cuando entramos en una habitación, usamos principalmente nuestra vista para averiguar dónde está la puerta, quién está en la habitación, dónde está la mesa», dijo a la publicación. «Mientras que en los perros, este estudio muestra que el olfato está realmente integrado con la visión en términos de cómo aprenden sobre su entorno y se orientan en él».

Los investigadores realizaron resonancias magnéticas en 23 cachorros sanos y utilizaron neuroimágenes avanzadas para ubicar vías de materia blanca o «autopistas de información» en los cerebros de los participantes. Descubrieron vínculos entre el lóbulo occipital, la médula espinal, el sistema límbico y el lóbulo piriforme. El lóbulo occipital controla la visión, mientras que el lóbulo piriforme es responsable del olfato. El sistema límbico procesa la memoria y las emociones. También procesa comportamientos como el hambre y el comer.

La conexión entre la vista y el olfato no existe en los humanos.

Sentar las bases para más investigaciones

Johnson dijo que el estudio corrobora la experiencia clínica con perros ciegos, que pueden navegar en su entorno mucho mejor que los humanos con el mismo nivel de discapacidad visual.

Ella dijo que sus hallazgos podrían ser tremendamente tranquilizadores para los padres de perros con enfermedades oculares incurables.

La investigación también sienta las bases para una mayor exploración del cerebro de los mamíferos. Es posible, dijo Johnson, que la misma conexión pueda ocurrir en otras especies; simplemente no lo hemos descubierto todavía.

A continuación, Johnson utilizará la misma tecnología para examinar los sistemas olfativos de gatos y caballos. En última instancia, su objetivo es comprender mejor la fisiología y la enfermedad del cerebro animal.