La investigación realizada sobre la dieta de los antiguos perros siberianos nos ha brindado una ventana a algunas de las primeras relaciones entre humanos y cachorros.

Hoy en día, las dietas de nuestros amados perros pueden ser muy variadas. Las dietas formuladas para mascotas en el mercado pueden contener cualquier cosa, desde carne de res o pollo más común hasta bisonte, venado o incluso canguro. La mayoría de las veces, está influenciado no solo por nuestro conocimiento de la nutrición canina, sino también por nuestras propias elecciones de dieta. Nuestras propias dietas pueden funcionar para nosotros, pero no satisfacen las necesidades de nuestros mejores compañeros caninos. Ahora se acepta que el pescado puede ser una gran parte de la dieta básica de un perro, generalmente en forma de salmón. Pero, ¿cuándo se integraron los mariscos en las comidas diarias de un perro?

Los perros confiaron en nosotros, como lo hacen ahora

La respuesta puede estar en la antigua Siberia hace 7.400 años. Una nueva investigación publicada en Science Advances por Robert Losey de la Universidad de Alberta explora cómo los primeros perros dependían de los humanos para alimentarse. En ese momento, los perros ya habían evolucionado para ser notablemente más pequeños que los lobos. Esto significaba que, con la excepción de la carroña, las presas grandes, como los ciervos, estaban en gran parte excluidas de la dieta. Los investigadores tomaron muestras de colágeno de los huesos de estos perros antiguos para aprender más sobre lo que constituía su dieta. Sorprendentemente, descubrieron que, junto con las presas pequeñas, la vida marina formaba una gran parte de la dieta. Estos artículos incluían focas, leones marinos, peces y mariscos, todos presas que eran casi inaccesibles para los perros de caza. Esto significa que en el pasado, los humanos eran principalmente los proveedores de las necesidades de los perros.

Aprendiendo más de nuestro pasado con perros

Estos hallazgos pueden ayudarnos a desbloquear nuevos conocimientos sobre la nutrición canina. Ya está claro que el pescado puede jugar un papel importante en la dieta canina. El pescado es rico en ácidos grasos omega-3, que son importantes para la salud de la piel, el pelaje, los ojos y las articulaciones. Casi cualquier perro puede beneficiarse de un suplemento como el aceite de salmón. La artritis en los perros, una condición común en los cachorros mayores, ha mostrado una mejoría con los suplementos de aceite de pescado. Si bien seguir la dieta que su perro habría tenido hace más de 7000 años no sería nutricionalmente completo, eso no significa que no haya más que aprender acerca de cómo los perros desarrollaron sus necesidades nutricionales.