Dos gatos ancianos son reubicados en una historia de adopción completa

gatos ancianos

Para muchos dueños de mascotas, dar a luz a un bebé peludo es inimaginable. Pero a veces es lo correcto. Pongo Fund, una organización sin fines de lucro de Oregón, compartió una conmovedora historia que demuestra que la adopción puede beneficiar a todos.

¿Por qué los gatos necesitaban un nuevo hogar?

Según la página de Facebook de The Pongo Fund, una mujer se acercó a ellos para pedirles que reubicaran a sus dos gatos ancianos, Penny y Lucy, lo antes posible.

“Dijo que necesitaba viajar y hacer algunas cosas que no había podido hacer en los últimos diez años, al no poder viajar y cuidar a sus gatos al mismo tiempo. Tan difícil como fue, era hora de dejarlos ir”, escribió la organización sin fines de lucro, según Upworthy.

La mujer no había planeado ninguna escapada exótica, pero quería visitar la casa y ver a familiares y viejos amigos.

“Renunciar a tus gatos no era parte del plan. Ni siquiera era cáncer. Y un año, tal vez dos; eso es lo que te dijo tu oncólogo. Si había cosas que quería hacer, ahora era el momento”, decía la publicación.

Los gatos se dieron en adopción sin fines de lucro unos 10 años antes, cuando otra mujer tuvo que entregarlos. Ahora, la mujer que los adoptó necesitaba encontrar una nueva familia para ellos. Pidió conocer primero a los adoptantes para poder contarles todo sobre los gatos, sus necesidades, preferencias y personalidades, y sentirse segura de que serían bien amados.

La nueva mamá de Penny y Lucy

La reubicación de animales rara vez es fácil, pero es particularmente difícil con mascotas de edad avanzada.

Afortunadamente, la organización conocía a alguien que encajaría perfectamente.

Buscaron a la mujer que había entregado a los gatos una década antes cuando las circunstancias la obligaron a hacerlo. Se ha «recuperado», escribió la organización sin fines de lucro, y comenzó una nueva vida, manteniéndose en contacto con la organización en Facebook.

“La llamamos y le dijimos que teníamos un gato que necesitaba un hogar. Dos de ellos. Un par pegado. Compartimos un poco más de información. Ella no tenía ni idea. De repente, dejó de hablar y empezó a sollozar. Fue entonces cuando ella lo supo», escribió la organización sin fines de lucro. “A veces la vida es como una goma elástica. Lo que se siembra de recoge. Para esta mujer que amaba tanto a sus gatos que los dejó ir hace diez años. Y ahora, ella estaba allí para darles la bienvenida a casa”.

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