Las personas altamente emocionales quieren más gatos en el campus

gatos en el campus

Si bien varias especies pueden ser animales de apoyo emocional (ESA) o animales de terapia, los perros siguen siendo la opción más popular. Esto es especialmente cierto en el caso de los programas universitarios de intervención asistida por animales (IAA). De estos programas, diseñados para reducir el estrés de los estudiantes, más del 85 % involucran perros. Un nuevo estudio sugiere que a muchas personas, especialmente aquellas que son muy emocionales, les gustaría que se incluyeran más gatos.

sobre el estudio

Para el estudio, publicado en Anthrozoös, los investigadores entrevistaron a 1438 encuestados de 19 escuelas flamencas. De los entrevistados, 905 eran estudiantes y 533 eran maestros, personal o empleados de la escuela. Los investigadores buscaron evaluar el nivel de interés en los gatos del campus y determinar qué características estaban asociadas con ese interés. Descubrieron que las personas muy emocionales estaban más interesadas en tener más gatos en el campus.

Por qué más gatos en el campus podría ser algo bueno

Patricia Pendry, coautora del estudio y profesora de desarrollo humano en la Universidad Estatal de Washington, dijo a Medical News Today que el término ‘emocionalidad’ denota la fuerza de la respuesta emocional de una persona a ciertos sentimientos o experiencias y cómo reacciona a su vez.

“Aunque nuestro estudio no examinó los mecanismos subyacentes, planteamos la hipótesis de que el rasgo de emotividad puede reflejar un estado mental que permite a las personas responder con fuerza, incluso con pasión, a señales bastante sutiles, que los gatos suelen mostrar”, dijo Pendry al medio.

Un estudio anterior que evaluó perros y gatos como animales de apoyo emocional (ESA) respalda los hallazgos de Pendry. En ese estudio, los investigadores encontraron que ambos animales redujeron significativamente la depresión en los participantes. Sin embargo, los participantes con gatos mejoraron mucho más que los que tenían perros.

Pendry y su coautor esperan que sus hallazgos puedan alentar a las escuelas a considerar la incorporación de gatos en sus programas de alivio del estrés.

“Nuestro estudio muestra que podemos llegar a un público más amplio al ofrecer intervenciones que incluyen tanto a perros como a gatos. Es más probable que las personas con un mayor nivel de emotividad participen y se beneficien de estas interacciones”, dijo Pendry. Ciencia diaria🇧🇷 “Estamos buscando formas de ayudar a más personas a reducir sus niveles de estrés. Agregar gatos puede ser otra forma de llegar a un público más amplio”.

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